Actividad: Senderismo
Lugar: Túneles de lava del volcán Xitle
Nivel: 2

Al sur de la CDMX, en el Parque Nacional Cumbres del Ajusco, se alza un volcán que fue responsable de la creación de la zona de Los Pedregales que en el presente ocupan varios puntos de la ciudad, como Santa Úrsula, el cerro Zacatépetl, Jardines del Pedregal, Santo Domingo, Ciudad Universitaria y otros más.

Hace millones de años, ese volcán, el Xitle, hizo erupción dejando una capa de lava que cubrió desde lo que hoy conocemos como el Ajusco, los alrededores de la avenida Miguel Ángel de Quevedo, hasta los límites del Estadio Azteca y la colonia Pedregal de Santa Úrsula.

Xitle significa “ombligo”, y se le nombró así por la forma hundida de su cráter, el cual mide aproximadamente 250 metros de diámetro. Ahora, es un coloso inactivo y, por lo mismo, es posible explorar su cráter, caminar senderos en sus alrededores y, tal vez lo más impresionante, entrar a los túneles que se formaron por la explosión hace miles de años. Si te gusta la aventura y la naturaleza, también puedes acampar en este lugar.

Esta zona del Ajusco, está cubierta por roca volcánica que se funde con un bosque tupido de pinos y oyameles. Arbustos como el palo loco, las suculentas como la oreja de burro, los helechos y algunas especies de cactus abundan en este cerro muy visitado por quienes vivimos en la ciudad.

La erupción del volcán Xitle dejó como resultado un sistema de cuevas y túneles subterráneos en donde los rayos de luz apenas se asoman. Las paredes llenas de moho y escasos helechos en el piso te dan la sensación de haber viajado en el tiempo a la época de la prehistoria. Tienes que ir con los sentidos muy alertas porque, en cualquier momento, puede salir un murciélago de alguna cueva, pero no corres peligro alguno. Descender esos túneles requiere de cuidado para no resbalar, así que es necesario ir equipado con una lámpara de mano para que facilite el descenso. Se recorren tres cuevas: las dos primeras son pequeñas y apenas se cuela uno que otro rayo de sol; la tercera es la más grande y tiene una profundidad de 60 metros. Aquí, el paisaje es de otro planeta; no pensarías que en pleno Ajusco, existieran escenarios así.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx