Actividad: Senderismo
Ruta: Mirador de la Rana, Prismas Basalticos de Tetzcotzinco y Baños de Nezahualcoyotl (zona arqueológica)
Nivel: 2.
14 km aprox.
Han escuchado de los Prismas Basálticos en Hidalgo?, pues hay unos menos monumentales, pero igualmente bellos de recorrer en Texcoco, vamos a recorrer su cañada, así como un Mirador con una roca enorme con forma de rana, y finalmente la zona arqueológica conocida como Baños de Nezahualcoyotl. Lo ideal es hacerlo en epoca de lluvias, ya que en epoca de calor el sol es intenso y casi no hay arboles para protegerse de él. Recomendamos llevar zapato con suela antiderrapante y un cambio de ropa por si nos mojamos en el recorrido en la cañada de los prismas basalticos.
BAÑOS DE NEZAHUALCOYOTL
Es un lugar sagrado que muestra la gran capacidad arquitectónica que tenía el rey poeta, así como su pasión por los jardines botánicos. Está ubicado entre los poblados de San Nicolás Tlaminca y San Dieguito Xochimanca, en el municipio mexiquense de Texcoco, y su belleza fue la inspiración del pintor José María Velasco para crear el famoso óleo conocido como “Los Baños de Nezahualcóyotl”.
Durante su gobierno, el rey poeta trasformó al Tezcutzingo en su jardín favorito de recreo, al que llenó con flora que mandó traer de diversas partes del mundo, y fue considerado uno de los primeros en América.
El arqueólogo Gustavo Coronel explicó que el Tezcutzingo se mandó a edificar en 1453 y se concluyó 13 años después. Al mismo tiempo se construía el acueducto que transportó agua para consumo personal y el riego de las plantas de Nezahualcóyotl. Este sistema hidráulico partió del manantial Texapo (piedra jabonosa o resbalosa), localizado en el monte Quetzaltepec, y de ahí bordeó y unió cerros por más de siete kilómetros, para llevar el líquido hasta el Tezcutzingo. En la comunidad de San Pablo Ixayotl aún se preserva una parte del acueducto al que los pobladores llamaron “Caño quebrado”. Gustavo Coronel indicó que para su construcción se utilizaron tres elementos: cal, grava de tezontle y baba de nopal, una mezcla que le dio resistencia y permite que el día de hoy podamos conocerlo.
Para conocer este majestuoso lugar que nos transporta a una parte de nuestro pasado hay que llegar al municipio de Texcoco, ubicar la desviación hacia el Parque Nacional Molino de Flores y dirigirse hacia la comunidad de San Nicolás Tlaminca, desde donde se podrá ascender al Tezcutzingo.
Escalar este cerro requiere de buena condición física, pues hay que recorrer un largo y estrecho camino lleno de piedras, pero al llegar a la cima y admirar las grandiosas obras se reconoce que el esfuerzo valió la pena.
CERRO DE LA RANA
El Cerro de la Rana o también llamado: El Mirador de la Rana se encuentra ubicado en la comunidad de San Miguel Tlaixpan, en el municipio de Texcoco, Estado de México. Cuenta la leyenda de este lugar que un Tecuani (proveniente del náhuatl, tal significado es: Te-“alguien o a alguien”, Cua-“comer”, y Ni-“persona o un animal que ejecuta una accion”), “un animal salvaje”, iba persiguiendo a una Rana y a un Pescado, y después de un largo camino se dice que los tres se convirtieron en piedra, el Tecuani se quedó en Tecuanulco mientras que la Rana y el Pescado en Tlaixpan. Con el tiempo el Tecuani y el Pescado fueron destruidos y en la actualidad aún existe la Rana. Debido a está leyenda se le dio el nombre a los habitantes de Tlaixpan de “Temiloches” por el Pescado y la Rana de piedra, y a los habitantes de Tecuanulco se les llama “Los Tecuanis” por el nombrado animal salvaje. Este maravilloso cerro está lleno de cultura, tradiciones y leyendas, dichas por los antepasados. Mucha gente visita este sitio debido a la vista hermosa de la Rana convertida en piedra, que se puede visitar todos los días del año en nuestro bello Texcoco
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