Centro Ceremonial Otomi y
Pueblo mágico de metepec
CENTRO CEREMONIAL OTOMI
El Centro Ceremonial Otomí es un centro ceremonial de reciente construcción del pueblo otomí ubicado en Temoaya, Estado de México, este centro es utilizado para ceremonias ancestrales y sagradas del pueblo otomí. Cuenta con una superficie de aproximada a 45 hectáreas y adicionalmente cuenta con zonas de recreación y campamento. Debido a la gran altitud en que se encuentra (3,200 msnm) es utilizado cotidianamente por deportistas de alto rendimiento para el entrenamiento de alta montaña. Como nota curiosa en este sitio se filmaron escenas de la película de James Bond, Licence to Kill,78 y el vídeo musical "Limbo" del cantautor puertorriqueño Daddy Yankee.
Fue inaugurado en 1980. Se creó para que el pueblo otomí pueda continuar con la manifestación de sus creencias y tradiciones. Su construcción se basó en los centros otomíes ancestrales, fue apoyada por el expresidente José López Portillo y el exgobernador del estado de México, Jorge Jiménez Cantú. Cada 18 de marzo celebran la Ceremonia del Quinto Sol y el primer domingo de cada mes realizan un ritual para invocar a los cuatro puntos cardinales y dar gracias al universo. Su diseño y arquitectura son por el arquitecto Iker Larrauri
En el Centro ceremonial otomí hay 365 escalones que representan los días del año. Además, existen esculturas gigantes como el Coloso, que simboliza el fuego en la lucha por no apagarse; y un mural llamado Da’Mishi o “Jaguar que camina y habla”, que narra las etapas de la cultura otomí.
La explanada principal está conformada por 52 serpientes que representan los 52 años del siglo otomí. Aquí, el primer domingo de cada mes se puede presenciar un ritual de agradecimiento al universo. Caso similar sucede el 18 de marzo con la ceremonia más importante llamada Quinto Sol, que da la bienvenida a la primavera.
Otros elementos distintivos del centro ceremonial son 12 enormes estructuras cónicas que simbolizan agua y música, relacionadas con los meses del año, así como un monumento al dios del Sol. Por otro lado, hay un espacio dotado con siete columnas que hacen alusión a las cavernas de donde surgieron las siete tribus nahuatlacas en el año 820 de nuestra era.
METEPEC
El 14 de septiembre de 2012 se le otorga el reconocimiento de Pueblo Mágico, y es una las localidades más pintorescas del Valle de Toluca. Metepec es una pequeña ciudad poseedora de un patrimonio histórico, manifestado en su centro histórico su arquitectura de carácter religioso y civil. Este patrimonio arquitectónico fue producto en gran medida, del establecimiento de los misioneros franciscanos en la antigua provincia de Metepec; los frailes fundaron en el siglo XVI un convento dedicado a San Juan Bautista, el que tuvo funciones de colegio y casi al tiempo de erigir este convento, los evangelizadores edificaron algunas de las capillas de los barrios y pueblos aledaños.
La economía de Metepec es considerada como una de las mejores a Nivel Nacional, al ser considerada la tercera después de Monterrey en calidad de vida (año 2012). Los días lunes se lleva a cabo el tradicional tianguis, hay que detenerse a comer un taco de plaza, o disfrutar de la puesta del sol desde el cerro de los Magueyes y quedarse a pasar un rato agradable escuchando música en los bares y peñas de los alrededores.
Metepec es uno de los pueblos mágicos del país, donde se pueden adquirir variadas artesanías que se fabrican en barro y en cerámica principalmente, pero cuenta con numerosos monumentos arquitectónicos y una arquitectura vernacular muy bien protegida, así también, Metepec es una de las localidad con mayor seguridad pública en el estado de México.
Es casi obligatorio visitar el Bar 2 de Abril. Creado en 1932, se encuentra a una cuadra del corazón del municipio y exhibe un mural decorativo en su interior, que ha sido restaurado en múltiples ocasiones, la última a cargo de artistas plásticos locales. La atracción principal de este sitio es una bebida típica que se ha creado el bar, llamada la garañona. Es un licor hecho a base de 14 hierbas, entre las que destacan al paladar el anís, aunque el resto de los ingredientes, según Doña Rufis, la encargada del lugar, son "secreto de la abuelita". Además de este licor verde ya conocido internacional mente, también puede disfrutarse en el 2 de abril de tertulias literarias y exposiciones plásticas.
La leyenda de la Tlanchana
Según las tradiciones, esta zona lacustre estaba regida por una extraña reina, mitad mujer y mitad serpiente acuática. Se decía que detrás de los tules y hierbas de la laguna, sobre un islote podía verse a una hermosa mujer desnuda ataviada con corona y collares y sartas de peces, acociles y ajolotes en la cintura. Poseía un temperamento posesivo, voluble y vengativo; si estaba contenta su cola era la de una serpiente negra, y permitía a los pescadores obtener abundante pesca con sus redes. Cuando se enamoraba de algún humano podía convertir su cola en piernas y salir a tierra a buscarlo; si un hombre no atendía su melodioso llamado utilizaba la cola de serpiente para rodearlo y arrastrarlo al fondo de sus dominios hasta que lo ahogaba. Con el paso de los siglos las lagunas se secaron. La nueva religión cambió las pequeñas comunidades agrícolas y pesqueras. Pero el canto de la ancestral sirena todavía cautiva a los investigadores, artistas y pueblo en general, y a principios de los años 90 del siglo pasado se decidió instalar a La Tlanchana en un lugar principal del parque Juárez.